lunes, 11 de febrero de 2019

EL PAPEL DE LA PSICOLOGÍA EDUCATIVA

Durante todo el tiempo que la psicología educativa ha existido (aproximadamente 100 años), se han suscitado debates acerca de lo que esta disciplina realmente es. Algunas personas consideran que la psicología educativa sólo es un conjunto de conocimientos obtenidos de la psicología y aplicados a las actividades en el salón de clases. Otros creen que implica el uso de las técnicas de la psicología para estudiar el salón de clases y la vida escolar (Brophy, 2003; Wittrock, 1992). Una ojeada rápida a la historia indica que la psicología educativa y la enseñanza han estado estrechamente vinculadas desde el principio.

En el comienzo: Vinculación de la psicología educativa

con la enseñanza En cierto sentido, la psicología educativa es muy antigua. Los temas que trataron Platón y Aristóteles —el papel del profesor, la relación entre el maestro y el discípulo, los métodos de enseñanza, la naturaleza y orden del aprendizaje, el papel del afecto en el aprendizaje— aún son objeto de estudio de la psicología educativa en nuestros días. Sin embargo, revisemos la historia reciente. Desde sus inicios, la psicología en Estados Unidos estuvo vinculada con la enseñanza. En 1890 William James fundó en Harvard el campo de la psicología en Estados Unidos y dictó una serie de conferencias para profesores, denominadas Pláticas de psicología para profesores. Las conferencias se realizaron en cursos de verano para profesores de todo el país, y después se publicaron en 1899. G. Stanley Hall, discípulo de James, fundó la American Psychological Association (Asociación Psicológica Estadounidense). Su tesis doctoral trataba sobre la manera en que los niños entienden el mundo, y un grupo de profesores le ayudó a reunir los datos. Hall animaba a los profesores a realizar observaciones detalladas para estudiar el desarrollo de sus alumnos, tal como lo hizo su madre cuando era profesora. John Dewey, alumno de Hall, fundó una escuela laboratorio en la Universidad de Chicago, y se le considera el padre del movimiento progresivo de educación (Berliner, 2006; Hilgard, 1996; Pajares, 2003). Otro de los alumnos de William James, E. L. Thorndike, escribió el primer libro de psicología educativa en 1903, y fundó la revista Journal of Educational Psychology. Thorndike cambió el salón de clases por el laboratorio para el estudio del aprendizaje, pero su perspectiva resultó ser demasiado limitada. No obstante, se necesitaron 50 años para que el estudio del aprendizaje regresara a los salones de clases (Hilgard, 1996). En las décadas de 1940 y 1950, el estudio de la psicología educativa se concentró en las diferencias individuales, la evaluación y las conductas de aprendizaje. En las décadas de 1960 y 1970, las investigaciones se enfocaron en el estudio del desarrollo cognoscitivo y el aprendizaje, específicamente en la manera en que los estudiantes aprenden conceptos y los recuerdan. Recientemente los psicólogos educativos han investigado la forma en que la cultura y los factores sociales afectan el aprendizaje y el desarrollo (Pressley y Roehrig, 2003).

¿Es sólo sentido común?

En muchos casos, los principios que establecían los psicólogos educativos —después de dedicarles mucho razonamiento, tiempo y dinero— parecerían ser patéticamente evidentes. La gente se ve tentada a decir, y por lo general lo dice: “¡Todos sabemos eso!”. Considere los siguientes ejemplos.

Tomar turnos. ¿En la escuela primaria qué método debería utilizar un profesor al seleccionar a los
estudiantes que van a participar en una clase de lectura?
Respuesta del sentido común. Los profesores deberían elegir a los estudiantes de forma aleatoria,
de manera que todos tengan que seguir la lección atentamente. Si un profesor utilizara siempre el mismo orden, los alumnos sabrían cuándo será su turno.
Respuesta basada en la investigación. Hace varios años, una investigación realizada por Ogden,
Brophy y Evertson (1977) reveló que la respuesta a esta pregunta no es tan sencilla. Por ejemplo, en
clases de lectura de primer grado, colocar a los niños formando un círculo y avanzar en orden alrededor de éste para dar a cada niño la oportunidad de leer generó un mejor rendimiento general que elegir a los alumnos en forma aleatoria. Tal vez el factor clave de esta estrategia sea que cada niño tiene la oportunidad de participar. Sin el uso de algún sistema para incluir a todos, podría pasarse por alto o ignorarse a algunos alumnos. La investigación sugiere que hay mejores alternativas para enseñar la lectura que recorrer el círculo, pero los profesores deberían asegurarse de que todos tengan oportunidad de practicar y de recibir retroalimentación, sin importar qué técnicas se empleen (Tierney, Readence y Dishner, 1990). Véase el capítulo 13 para mayor información sobre la enseñanza de la lectura.

Ayuda a los estudiantes. ¿Cuándo deben los profesores brindar ayuda a estudiantes con bajo
rendimiento mientras realizan trabajo en la clase?

Respuesta del sentido común. Los profesores deben ofrecer ayuda con frecuencia. Después de todo, muchos estudiantes con bajo rendimiento quizás no sepan cuándo necesitan ayuda o tal vez les
avergüence solicitarla.
Respuesta basada en la investigación. Sandra Graham (1996) encontró que cuando los profesores
ofrecen ayuda antes de que los estudiantes lo soliciten, es más probable que éstos y quienes observan la situación concluyan que la persona que recibe la ayuda no tiene la capacidad para lograr el éxito. Es más probable que el estudiante atribuya los fracasos a una falta de capacidad y no a una falta de esfuerzo, de manera que la motivación se ve afectada.

Salto de grados. ¿La escuela debe alentar el hecho de que los estudiantes excepcionalmente brillantes se salten grados o ingresen a la universidad de manera anticipada?

Respuesta del sentido común. ¡No! Los alumnos muy inteligentes que son uno o dos años más jóvenes que sus compañeros de clase tienden a ser inadaptados sociales y no están preparados física ni emocionalmente para convivir con estudiantes mayores, por lo que se sentirían afligidos en las situaciones sociales que son tan importantes en la vida académica, especialmente en los últimos grados.
Respuesta basada en la investigación. Tal vez. Según Samuel Kirk y sus colaboradores (1993), “desde las admisiones tempranas a la primaria hasta las admisiones tempranas a la universidad, los estudios de investigación invariablemente informan que los niños a quienes se aceleró se adaptan tan bien o mejor que los niños con capacidades similares a quienes no se les permitió acelerar” (p. 105). El hecho de que la aceleración sea la mejor solución para un alumno depende de muchas características específicas del individuo, incluyendo la inteligencia y la madurez del estudiante, así como otras opciones disponibles. Para algunos estudiantes, trabajar rápidamente el material y asistir a cursos avanzados con estudiantes mayores constituye una idea muy buena. Véase el capítulo 4 para mayor información sobre la adaptación de la enseñanza a las habilidades de los alumnos.

¿Respuestas obvias? Lily Wong (1987) demostró que el solo hecho de observar los documentos de los hallazgos de las investigaciones podría hacerlas parecer obvias. Ella seleccionó 12 resultados de investigaciones sobre la enseñanza, uno de los cuales incluye las respuestas a la sección “Tomar turnos” señalada anteriormente. Presentó seis de los resultados en su forma correcta y seis en la forma
exactamente opuesta a estudiantes universitarios y a profesores experimentados. Tanto los estudiantes universitarios como los profesores calificaron aproximadamente la mitad de los hallazgos incorrectos
LA INVESTIGACIÓN ES IMPORTANTE Estos estudiantes participan en un verdadero aprendizaje cooperativo “práctico”. ¿Sus conocimientos acerca de la ciencia mejorarán utilizando este método? ¿Existen formas mejores de aprender esta materia? La investigación educativa debe responder preguntas como éstas.como “obviamente” correctos. En un estudio de seguimiento, a otro grupo de individuos se les mostraron los 12 resultados y sus opuestos, y se les pidió que eligieran los correctos. Para ocho de los 12 hallazgos, los sujetos eligieron el resultado incorrecto con mayor frecuencia que el correcto.
Quizás usted haya pensado que los psicólogos educativos dedican su tiempo a descubrir lo evidente.
Los ejemplos anteriores señalan el riesgo de este tipo de pensamiento. Cuando un principio se establece en términos simples, tal vez suene sencillo. Un fenómeno similar ocurre cuando observamos a un ágil bailarín o a un deportista en acción; el ejecutante bien entrenado hace que su rutina parezca fácil. Sin embargo, únicamente vemos los resultados del entrenamiento y no todo el trabajo realizado para dominar los movimientos individuales. Considere que cualquier resultado de investigación —o su opuesto— quizá parezca sentido común. El punto no es lo que parece sensato, sino lo que se demuestra cuando el principio se somete a una prueba (Gage, 1991), lo que constituye nuestro siguiente tema.

Uso de la investigación para comprender y mejorar el aprendizaje

PARA REFLEXIONAR Rápidamente mencione todos los distintos métodos de investigación
que pueda. • Los psicólogos educativos diseñan y realizan muchos tipos diferentes de estudios de investigación. Algunos son “descriptivos”, es decir, su propósito es únicamente el de describir los sucesos de una clase en particular o de varias clases. 
Estudios descriptivos. Los informes de los estudios descriptivos suelen incluir resultados de encuestas, respuestas de entrevistas, muestras de diálogos reales en el salón de clases o grabaciones en audio o video de las actividades académicas. Un método descriptivo, la etnografía del salón de clases, se tomó de la antropología. Los métodos etnográficos implican el estudio de acontecimientos que ocurren de manera natural en la vida de un grupo y buscan comprender el significado que tienen tales sucesos para la gente que participa. Por ejemplo, las descripciones de Randy, el profesor experto de matemáticas de bachillerato de las páginas iniciales de este capítulo, se tomaron de un estudio etnográfico que realizaron Borko y Livingston (1989). En algunos estudios descriptivos, el investigador utiliza la observación participante y trabaja dentro de la clase o la escuela para comprender las acciones desde las perspectivas tanto del profesor como de los alumnos. Los investigadores también utilizan estudios de caso, los cuales, por ejemplo, investigan en profundidad la manera en que un profesor planea sus cursos, o la forma en que un estudiante intenta aprender un material específico.
Estudios correlacionales. A menudo los resultados de estudios descriptivos incluyen informes de correlaciones.
Nos tomaremos un minuto para examinar este concepto, ya que usted encontrará muchas correlaciones en los siguientes capítulos. Una correlación es un número que indica tanto la fuerza como la dirección de una relación entre dos sucesos o mediciones. Las correlaciones van de 1.00 a –1.00. Cuanto más cerca esté la correlación de 1.00 o de –1.00, más fuerte será la relación. Por ejemplo, la correlación entre la estatura y el peso es de aproximadamente 0.70 (una relación fuerte); en tanto que la correlación entre la estatura y el número de idiomas hablados es de alrededor de 0.00 (no hay ninguna relación).
El signo de la correlación indica la dirección de la relación. Una correlación positiva significa que los dos factores aumentan o disminuyen de manera simultánea: conforme uno se incrementa, el otro también lo hace. La estatura y el peso están correlacionados positivamente, ya que una mayor estatura
suele estar asociada con un mayor peso. Una correlación negativa indica que el incremento en uno de los factores está relacionado con la disminución en el otro. Por ejemplo, cuanto menos dinero pague usted por una entrada para el teatro, más lejos estará del escenario. Es importante destacar que las correlaciones no prueban causa y efecto (véase la figura 1.1). La estatura y el peso están correlacionados: las personas con mayor estatura tienden a pesar más que la gente de baja estatura. Sin embargo, evidentemente, subir de peso no hace que uno crezca más. El hecho de conocer el peso del individuo tan sólo nos permite hacer una predicción general acerca de su estatura. Los psicólogos educativos identifican correlaciones para realizar predicciones acerca de sucesos importantes en el salón de clases.
Estudios experimentales. Un segundo tipo de investigación —la experimentación— permite que los psicólogos educativos vayan más allá de las predicciones y estudien realmente las causas y los efectos.
En vez de sólo observar y describir una situación existente, los investigadores introducen cambios y observan los resultados. Primero se crean grupos comparables de participantes. En la investigación psicológica, el término participantes (también llamados sujetos) por lo general se refiere a las personas sometidas a estudio, como profesores o alumnos de octavo grado, por ejemplo. Una forma común para asegurarse de que los grupos de sujetos serán esencialmente similares consiste en asignar a cada sujeto a un grupo utilizando un procedimiento aleatorio. Aleatorio significa que cada participante tiene las mismas posibilidades de pertenecer a cualquier grupo.

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